La Mujer de Perlas

Cuando Liza Lou comenzó a incorporar perlas en sus obras en la escuela de arte, los otros se rieron de ella y le dijo que tenía un problema mental. «Obsesivo» es la etiqueta que recibió con frecuencia. Ella abandonó la escuela y con dedicación irrompible en 5 años creó su primer trabajo, Kitchen (1995). Una cocina de tamaño real cubierta, con perlas de vidrio, con un fregadero que fluye en la cocina, un horno mesa etc. Esa obra la impulsó a la escena artística y comenzó su carrera.

Dos coleccionistas de arte compraron la pieza y ella pudo usar el dinero para comenzar el próximo proyecto: Back Yard. El trabajo requirió más de 30 millones de perlas de cristal para crear e incluye 250000 briznas de hierba con hebras de perlas individuales, una hazaña que necesitaba ayuda adicional. Para este proyecto, Liza llevó a cabo talleres semanales de voluntariado en los que personas de la comunidad vinieron a ayudarla a crear el césped. El trabajo fue terminado en 1998 y ahora se encuentra en el Museo de Arte de Santa Mónica en California.

La inspiración para su trabajo es complicada y radica en su juventud oscura. Sus padres vivieron en la ciudad de Nueva York durante muchos años y estuvieron muy involucrados en la escena del arte, amigos con artistas como Roy Lichtenstein (artista pop estadounidense) y Andy Warhol hasta que decidieron ir a una reunión de avivamiento evangélico cristiano. Fueron «renacidos» y cambiaron sus vidas por completo. Después de quemar todas sus obras de arte y libros, se mudaron a la América central para practicar esta forma radical de cristianismo, y finalmente el padre de Liza se volvió extremadamente violento. Liza Lou y su hermana presenciaron y experimentaron cosas horribles, algunas de las cuales se detallan en su actuación solista «Born Again». Sin embargo, entre la escuela secundaria y la universidad, Liza visitó Italia para ver las grandes catedrales católicas y se inspiró en el arte, los mosaicos y la intensa dedicación y tiempo que le llevó completar esas obras. La primera pieza de Lou, Kitchen, fue creada para elevar el último símbolo de la mediocridad doméstica: una cocina a algo deslumbrante y cuidadosamente diseñado. En trabajos posteriores, Liza trata temas aún más oscuros como el racismo, la violencia y la injusticia social.

Poco después de que Liza Lou completara sus primeras obras en California, se movió a Durban, Sudáfrica. Allí comenzó a trabajar con la tribu zulú, quien tienen tradiciones en el trabajo de rebordear, con la intención de proporcionar empleos y apoyo comunitario para un proyecto. Después de años, ella se mudó allí permanentemente y se incorporó plenamente a la vida con la comunidad. Aquí, también, la vida es menos que cómoda. Hablando con las mujeres con quien ella trabaja, Liza ha escuchado muchas historias de muerte y violencia, una parte normal de la vida cotidiana de la comunidad. Los artistas usan la canción, la danza y el bordar como una forma de expresión y liberación contra estas trágicas condiciones a diario en el taller. Liza y su equipo ahora están trabajando en un proyecto de relieves inspirados en alfombras de oración islámicas.

¿Qué hermosa esta historia de transformar algo traumático a el arte y usar la expresión creativa como un tipo de terapia? La mente y la historia de Liza Lou la han llevado a crear algunos de los obras más increíbles y laboriosos que jamás hayamos visto.

Liza Lou trabajando en Durban